La tucumana se consolidó como una de las caras digitales más reconocibles del rugby regional. Su camino empezó “tocando puertas” y hoy es la imagen visible de Tarucas en el SuperRugby Américas.
Por Andrés Montivero
A veces, los grandes cambios nacen de un gesto simple: tocar una puerta. Así comenzó la historia de Cata Majul en Tarucas, la franquicia que revolucionó el rugby tucumano y que hoy la tiene como su host digital y cara visible.
“Siempre cuento que llegué a este lugar tocando la puerta”, dice. Su impulso inicial nació en los streamings del proyecto “Voz y Vos”, de su amigo Tute Luna. “Él vio una proyección en mí que yo no vi”, recuerda. Y cuando supo que Tarucas abriría su franquicia en Tucumán, movió fichas: habló con Pato Yabraian, presentó su propuesta como “host digital” ante Fernando Rentamora, y el proyecto tomó forma. “Les copó la idea y fue un éxito. Todo lo que se vivió el año pasado en Tarucas fue un desafío”.

Hoy, ese desafío se convirtió en una plataforma de crecimiento. Majul ya confirmó que seguirá en 2026 como imagen de marca: “Estoy muy expectante por lo que se viene porque los voy a seguir acompañando como cara visible”.
El fenómeno Tarucas
“Tarucas fue un fenómeno”. Y no exagera. La franquicia captó comunidad, energía y una estética que convirtió cada partido en un evento. “Fue un súper mega show y creo que lo va a seguir siendo. Me encanta trabajar ahí porque el ambiente humano es espectacular”.

Ese impulso también potenció su presencia digital: “He creado una comunidad tarucas en mi perfil. Me animé a irme de lleno al mundo del rugby, que siempre fue mi pasión”.
Una mujer abriendo camino
Majul reconoce que irrumpir en un ámbito tradicionalmente masculino no fue sencillo. Pero esa fricción se volvió combustible:
“Me encantaría que me etiqueten como la cara del Rugby en el norte. Sería un sueño. Al principio fue difícil porque nadie entendía que una mujer se meta en el mundo del rugby. Pero rompí un poco con lo tradicional y eso estuvo buenísimo”.

Hoy, lejos de frenar, anima a otras mujeres a involucrarse:
“No existen los frenos, solo los que una se pone. Es espectacular que el rugby empiece a ser un mundo mixto. Las mujeres somos súper poderosas y tenemos muchísimo para aportar”.
Streaming, impronta y una filosofía: insistir
Con un streaming propio cada miércoles, Majul entiende que la forma de consumir rugby cambió para siempre. “Las redes permiten seguir el minuto a minuto. Es increíble lo que transformaron”.
Y si algo define su camino, es la insistencia:
“Yo busqué más que nadie. Toqué un montón de puertas y sigo tocando. Soy de Tucumán, una provincia más chica, y llegar a las marcas grandes es difícil. Mando mails, mensajes, busco contactos. Tengo esa energía de no parar hasta cumplir metas y objetivos”.

Esa búsqueda ya inspira a otras creadoras:
“Muchas chicas me escriben porque quieren hacer lo mismo. Las aliento, les paso contactos. Con la expansión del torneo y nuevas franquicias como Capibara, hay muchas oportunidades”.

