El último descendido de la Liga Nacional, Zárate Basket, no estará en la próxima temporada de la Liga Argentina. La baja se confirmó en conferencia de prensa y provocó fuerte malestar en el ambiente deportivo local.
Nelson Ingles, jefe de equipo, expresó su frustración: “Estoy triste porque no entendieron lo que significa este proyecto. El esfuerzo, el trabajo, las horas… todo quedó de lado. Me queda pensar que fue algo personal contra el proyecto”.
Desde el Club Unión, que albergaba al equipo, su presidente Sebastián Melo sostuvo que fue una decisión responsable: “No queríamos plata del municipio, solo apoyo para gestionar. Sin el presupuesto completo y con pedidos salariales impagables, no podíamos sostenerlo”.
Guillermo Di Battista, gerente del Polideportivo Municipal y fundador del proyecto, fue tajante: “Deportivamente fue un éxito. Pero no hubo apoyo suficiente ni privado ni estatal. Todos quieren básquet de primer nivel, pero nadie invierte. Y algunos clubes locales ni quisieron ceder jugadores”.
El intendente Marcelo Matzkin cerró el tema con una frase que marcó el quiebre: “No vamos a sostener un proyecto que le implicaría al municipio poner 1.000 millones de pesos al año. No es un problema de plata, sino de prioridades. Mientras yo esté, no se gastará esa suma en un equipo de básquet”.
